El DILEMA DE LAS MARIAS

 

EL DILEMA DE LAS MARÍAS

El siguiente ensayo trata de explicar los contextos de dos mujeres, cada una con peculiaridades y condiciones diferentes, pero al final llegaron al mismo camino estar a los pies de la cruz y ser testigas de la vida, muerte y resurrección de nuestro señor Jesucristo.

Sin más preámbulos empezaremos caracterizando a María Magdalena, ella procedía de la localidad de Magdala, un pueblo pequeño reinado por la pobreza y la injusticia para los varones; pero aún más crudo para las mujeres, pues en esas épocas las mujeres eran consideradas inferiores y tenían pocos derechos y desde su nacimiento dependían de los hombres para sobrevivir en una sociedad, tan injusta primero dependían de su padre y luego de su esposo, si fallecía su esposo, el hermano de su esposo podía redimir a la esposa de su hermano y si no tenía hermanos dependía del hijo mayor, el cual se hacia cargo de la familia; toda esta línea de dependencia y herencia de bienes es muy importante para entender mas adelante el papel que tuvo Jesús en la vida de su madre.

María Magdalena, no tuvo una vida fácil muchas de las mujeres de su localidad se dedicaban a la prostitución para poder sobrevivir, pues como no tenían un hombre que las proteja, tenia que adoptar diferentes personalidades como poseídas por espíritus malvados, para poder inspirar miedo y al menos poder protegerse de las injusticias de su sociedad tan cruel con las mujeres.

Nosotros como cristianos, no debemos juzgar a nadie, pues no sabemos que es lo que hacen las personas para poder sobrevivir a su sociedad, en la actualidad existe una desigualdad, para las mujeres ante los hombres, hay mas casos de mujeres que sufren violencia física y psicológica,  explotación sexual, lo que llamamos trata de blancas, la injusticia se da desde los tiempos antiguos y en nuestra época; hay muchas Marías Magdalenas  que hacen lo necesario para sobrevivir en esta sociedad gobernada por diferentes dioses de barro ( moda, drogas, lujuria, ludopatía, matanzas, esclavitud, etc.), estamos llegando como en los tiempos de Noe, Pero nuestro señor es misericordiosos y nos espera en el lugar santísimo del santuario, esperando que nos arrepintamos y estar con él en el paraíso, en la nueva Jerusalén.  

La segunda Mujer que nació en Nazaret, María la madre de Jesús, desde pequeña creció en compañía de su madre y su padre, tuvo quien la protegiera y le enseñara a ser una mujer correcta para los canon de su sociedad, pero todo no es color de rosa ella también vivió con miedo pues cuando era niña vivió en tiempos de dominación romana, muchas insurrecciones se daban en su localidad, las cuales eran aplacadas con mano dura de los pretorianos romanos que mataban y castigaban cruelmente a este pueblo de Nazaret.

Ella crecía con el miedo de perder a sus padres en estas revueltas, púes el pueblo judío tenia la promesa del mesías el cual vendría a salvarlos de la tiranía romana; el otro punto era que María crecía, su cuerpo cambiaba y tenia que comprometerse con un hombre que ni ellas misma conocía, el día del compromiso con José, todos festejaban por la nueva pareja, pero ella era una niña que apenas conocía el amor de su madre y su padre, en esta sociedad no importaba mucho las mujeres solo importaba que ella sea virgen, el compromiso giraba en ese sentido.

Cuando el ángel le anuncia que va ser la madre del mesías en los evangelios de San lucas; se imaginan como una joven comprometida va quedar embarazada, sin haberse casado que va pensar su futuro esposo, como reaccionaria su padre, los castigos a esta afrenta, es el apedreamiento público, se reitera la condición de la mujer en esta sociedad, estaba por muy debajo de los hombres, María sufrió también, quizás no como María magdalena, pero las dos a su manera fueron importantes para la vida de Jesús.

Gracias a la misericordia de nuestro Señor, José acepto a María se casó y le dio el lugar en la sociedad, en la biblia se relata que tuvo más hijos, pero ese dato es más útil para el siguiente ensayo.

Tanto María y María Magdalena fueron juzgadas, la primera casi apedreada, la segunda si fue apedreada, si hay algo común en ellas, es que Dios es providente y sus tiempos correctos, las salvo a las Dos y son ahora el pilar de nuestra fe y un ejemplo para nosotros.

La pregunta que le hago ahora ¿Con que María te representas?, si eres la magdalena que tubo que pasar por muchos crisoles, cometiste errores por ignorancia talvez o empujado por la injusticia de tu sociedad, has hecho tantas cosas de las cuales no te sientes orgulloso, Pero tranquilos si estas leyendo este mensaje es porque Jesús te ha guardado del mal y te toca la puerta de tu corazón, se que no somos cristianos de cuna, pero podemos ser la magdalena que derramo el vaso de alabastro y miro primero a su señor, podemos cambiar nuestra historia tan solo entrégate a el como estés, el no vino a morir a este mundo por los justos el vino por esa oveja perdida, por los humillados, por los perseguidos, por los pecadores, busca al señor de todo corazón entrégate y tu vida cambiara para bien, eso te lo puedo asegurar.

Otros nacieron de un hogar cristiano, siempre protegidos por su familia, pero expuestos por una sociedad corrompida y muchos ha caído, tratando de ser salvadores, siempre dicen yo voy a cambiar esa persona y son arrastrados al pecado, después se dan cuenta que el único que cambia a las personas es nuestro señor Jesucristo, en el momento adecuado y la forma adecuada, espero que muchos que están alejados retomen el camino que sus padres les han enseñado y puedan al igual que María madre de dios , estar con su hijo al pie de la cruz y ahora esperándolos en la nueva Jerusalén, tengan fe hermanos sean fuertes y constantes que la tribulación recién comienza.

No los quiero aburrir tan solo decirles no importa como llegaste a este punto, lo más impórtate es que llegaste, ahora depende de ti y de mi seguir al buen pastor, a nuestro señor Jesucristo el cual, nos espera el la nueva Jerusalén, donde no habrá sufrimiento, enfermedades, muerte, ya no volveremos a llorar y seremos felices hasta la eternidad.

Amen