ENSÉÑANOS A ORAR

 

ESCUELA SABÁTICA

ENSÉÑANOS A ORAR

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Salmo 105:5; Colosenses 3:16; Santiago 5:13; Salmos 44; 22; 13; 60:1-5.

PARA MEMORIZAR:

“Un día estaba Jesús orando en un lugar y, cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: ‘Señor, enséñanos a orar, como Juan enseñó a sus discípulos’” (Luc. 11:1).

Desde la antigüedad, Salmos ha dado forma a las oraciones del pueblo de Dios, incluyendo las de Jesús (1 Crón. 16:7, 9; Neh. 12:8; Mat. 27:46; Efe. 5:19). Debemos recordar que los salmos son oraciones y, como tales, tienen un valor incalculable, no solo por su información teológica, sino también por el modo en que pueden enriquecer y transformar nuestras oraciones individuales y colectivas.

ESPÍRITU DE PROFECÍA

La oración diaria es algo esencial para el crecimiento en la gracia, aun para la vida espiritual misma, como lo es el alimento temporal para el bienestar físico. La religión debe convertirse en la gran ocupación de la vida. Cualquier otra cosa debe ser considerada como subordinada. Todas nuestras facultades, nuestra alma, cuerpo y espíritu, deben empeñarse en la guerra cristiana.

Cristo vino al mundo para salvarlo, para vincular al hombre caído con el Dios infinito. Los seguidores de Cristo han de ser canales de luz, Las tentaciones a las que estamos expuestos diariamente hacen de la oración una necesidad. Debemos vivir una vida de doble aspecto. Debe ser una vida de meditación y acción, de oración silenciosa y de trabajo honesto.

FOMENTAR EL USO DE LOS SALMOS EN LA ORACIÓN

Lee Salmo 105:5, Colosenses 3:16 y Santiago 5:13. ¿Cuál es el lugar de los salmos en la experiencia de adoración del creyente?

Una manera sencilla de introducir los salmos en la vida diaria es dedicar un tiempo cada día a la lectura de un salmo, comenzando por Salmo 1, y siguiendo el orden dado en el salterio.

¿Cómo debemos leer los salmos?

En primer lugar, leemos el salmo haciendo una sencilla reflexión, y luego oramos. Si algo en el salmo te desafía, reflexiona; por ejemplo, si el salmo corrige tus falsas esperanzas actuales con respecto a algo a lo que te enfrentas. Además, detecta nuevos motivos de oración que te ofrece el salmo, y piensa en su importancia para ti, para tu iglesia y para el mundo

ESPÍRITU DE PROFECÍA

En la Palabra de Dios contemplamos el poder que estableció los fundamentos de la tierra y que extendió los cielos. Únicamente en ella podemos hallar una historia de nuestra raza que no esté contaminada por el prejuicio o el orgullo humanos.

En la contemplación reverente de las verdades presentadas en su Palabra, la mente entra en comunión con la Mente infinita. Un estudio tal no solo purifica y ennoblece el carácter, sino que inevitablemente amplía y fortalece las facultades mentales (Reflejemos a Jesús, p. 107).

Debemos ser vigilantes. Aunque, como Nehemías, recurramos a la oración, llevando todas nuestras perplejidades y cargas a Dios, no debemos creer que no tenemos nada que hacer. Debemos velar y orar (Testimonios para la iglesia, t. 3, p. 627).

CONFIANZA EN TIEMPOS DIFÍCILES

Lee Salmo 44. ¿Qué nos dice y por qué es relevante para los creyentes de todas las épocas?

A menudo, solo elegimos salmos para los cultos de adoración en las iglesias que reflejen ciertos estados de ánimo ideales. Esta reticencia puede hacernos perder el sentido de la adoración. El hecho de no expresar honesta y abiertamente nuestros sentimientos y opiniones ante Dios, en la oración, a menudo nos deja esclavizados a nuestras propias emociones.

Los salmos nos dan palabras que no encontramos ni nos atrevemos a pronunciar. “Nuestro corazón no se ha vuelto atrás, ni se apartaron nuestros pasos de tu camino. Pero tú nos quebrantaste, nos diste por presa a los chacales, nos cubriste con densa sombra” (Sal. 44:18, 19). el salmista clama a Dios para que los libre: “Redímenos a causa de tu constante amor” (Sal. 44:26). Es decir, incluso en medio de los problemas, conoce la realidad de Dios y su amor.

ESPÍRITU DE PROFECÍA

El cielo se acerca a la tierra por esa escalera mística, cuya base está firmemente plantada en la tierra, mientras que su parte superior llega al trono del Infinito. Esos ángeles de luz crean una atmósfera celestial en derredor del alma, elevándonos hacia lo invisible y eterno.

«El ángel de Jehová acampa en derredor de los que le temen, y los defiende». Salmo 34:7. Dios envía a sus ángeles a salvar a sus escogidos de la calamidad, a protegerlos de «pestilencia que ande en obscuridad», y de «mortandad que en medio del día destruya». Salmo 91:6.

La obra de los ángeles consiste en acercarse a los probados, dolientes o tentados. Trabajan incansablemente en favor de aquellos por quienes Cristo murió (Los hechos de los apóstoles, pp. 123, 124).

Le fue asegurado divinamente: «Bástate mi gracia; porque mi potencia en la flaqueza se perfecciona». Con gratitud y confianza, el probado siervo de Dios contestó: «Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis flaquezas, porque habite en mí la potencia de Cristo.

UN SALMO DE DESESPERACIÓN

Lee Salmo 22. ¿Qué podemos aprender de este salmo con respecto a la confianza en Dios en medio de un gran sufrimiento?

Las palabras de lamentación de Salmo 22:1 pueden ayudar a los que sufren a expresar su dolor y su sensación de soledad: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? ¿Por qué estás lejos de mi salvación y de mi clamor?” (ver Mat. 27:46).

En resumen, al darnos palabras para orar, Salmos nos enseña a mirar más allá de nuestra situación actual y, por fe, a ver el momento en que nuestra vida será restaurada por la gracia de Dios.

ESPÍRITU DE PROFECÍA

Se me reveló que el poder de Satanás se ejerce especialmente sobre los hijos de Dios. Muchos me fueron presentados en condición de duda y desesperación. Las enfermedades del cuerpo afectan la mente.

Debemos apreciar y cultivar la fe acerca de la cual testificaron los profetas y los apóstoles, la fe que echa mano de las promesas de Dios y aguarda la liberación que ha de venir en el tiempo y de la manera que él señaló.

«Jehová está en su santo templo: calle delante de él toda la tierra». Habacuc 2:20. Recordemos siempre el mensaje animador: «Aunque la visión tardará aún por tiempo, más al fin hablará, y no mentirá: aunque se tardare, espéralo, que sin duda vendrá; no tardará… Mas el justo en su fe vivirá». Vers. 3, 4 (Profetas y reyes, p. 286).

Debemos investigar la Palabra de Dios, haciéndola una parte de nosotros mismos. Un espíritu de humildad, el espíritu de Cristo, nos ayudará a conocer a Aquel que nos ha llamado a la gloria y la virtud.

DE LA DESESPERACIÓN A LA ESPERANZA

Lee Salmo 13. ¿Qué dos estados de ánimo principales puedes distinguir en este salmo? ¿Qué decisión crees que provocó el cambio radical en la perspectiva general del salmista?

“¿Hasta cuándo, Señor? ¿Me olvidarás para siempre? ¿Hasta cuándo esconderás tu rostro de mí?” (Sal. 13:1). Una vez más, ¿quién no puede identificarse con estos sentimientos, por más que sean equivocados? (¿Puede olvidarse Dios de nosotros alguna vez?)

El salmo nos lleva a elegir deliberadamente confiar en el poder redentor de Dios (Sal. 13:5), de modo que nuestro temor y ansiedad (Sal. 13:1-4) puedan dar paso gradualmente a la salvación de Dios, y comencemos a experimentar el paso del lamento a la alabanza, de la desesperación a la esperanza (Sal. 13:5, 6).

Al orar los salmos, debemos buscar al Espíritu Santo para que nos capacite para actuar del modo que exige el salmo. Los salmos no solo transmiten información: son la Palabra de Dios que transforma el carácter y las acciones de los creyentes.

ESPÍRITU DE PROFECÍA

Las pruebas que ponen a prueba nuestra fe de manera tan severa y hacen que pensemos que Dios se ha olvidado de nosotros están diseñadas para acercarnos cada vez más a Cristo, para que podamos depositar todas nuestras cargas a sus pies y sintamos la paz que él nos da a cambio

El Padre estaba junto a usted, forjándolo con un amor indecible, afligiéndolo por su bien, como el orfebre refina el oro. Cuando creyó que estaba abandonado, él estuvo junto a usted para consolarlo y sostenerlo.

«Por un breve momento te abandoné, pero te recogeré con grandes misericordias. Con un poco de ira escondí mi rostro de ti por un momento; pero con misericordia eterna tendré compasión de ti, dijo Jehová tu Redentor»

Quizá Satanás susurre: «Eres demasiado pecador para que Cristo te salve». Al par de reconocer que son ciertamente pecadores e indignos, pueden hacer frente al tentador exclamando: «Por la virtud de la expiación reclamo a Cristo mi Salvador.

La vida cristiana debe ser una vida de fe constante y viva. Una confianza inflexible, una firme dependencia de Cristo, proporcionarán paz y seguridad al espíritu (Mensajes para los jóvenes, p. 77).

OH, RESTÁURANOS OTRA VEZ

Lee Salmo 60:1 al 5. ¿Para qué ocasiones crees que este salmo sería una oración adecuada? ¿Cómo podemos beneficiarnos de los salmos de lamento incluso en momentos alegres de la vida?

Los salmos de lamento suelen entenderse como oraciones de personas que viven tiempos difíciles, ya sean físicos, psicológicos o espirituales. O las tres cosas. los salmos de lamento pueden ser beneficiosos para los adoradores que no están en dificultades.

En primer lugar, pueden hacernos más conscientes de que el sufrimiento forma parte de la experiencia humana general, y que le llega tanto a justos como a injustos.

En segundo lugar, los salmos de lamento nos enseñan a ser compasivos con los que sufren. Al expresar nuestra felicidad y gratitud a Dios, especialmente en público, debemos tener en cuenta a los más necesitados.

Este mundo es un vasto lazareto, pero Cristo vino para sanar a los enfermos y proclamar liberación a los cautivos de Satanás. El evangelio posee todavía el mismo poder, y ¿por qué no habríamos de presenciar hoy los mismos resultados?” (Elena de White, El ministerio de la bondad, pp. 27, 28).

ESPÍRITU DE PROFECÍA

Jesús es nuestra única esperanza. Podemos contemplarlo: Es nuestro Salvador. Podemos confiar en su palabra y depender de él. Sabe exactamente qué clase de ayuda necesitamos, y podemos confiar seguramente en él. pues él ha dicho: «Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas». Tenemos el privilegio de aprender de [él] (Testimonios para los ministros, p. 486).

Nuestro Señor Jesucristo vino a este mundo como siervo para suplir incansablemente la necesidad del hombre. «El mismo tomó nuestras enfermedades y llevó nuestras dolencias» (Mateo 8:17), para atender a todo menester humano.

Los ángeles del cielo… están al lado de todos aquellos que prestan servicio a Dios ministrando a sus semejantes. Y tenéis la cooperación de Cristo mismo. Él es el restaurador, y mientras trabajéis bajo su dirección, veréis grandes resultados.

los ángeles del cielo, darán la bienvenida a aquel que en la tierra vivió no «para ser servido, sino para servir» (Mateo 20:28) (Palabras de vida del gran Maestro, pp. 320, 321).

 

 

 

 

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