EL ANHELO DE DIOS EN SION

 

EL ANHELO DE DIOS EN SION

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Salmo 84; Apocalipsis 21:3; Salmos 122; 87; Gálatas 3:28, 29; Mateo 28:18-20; Salmos 46; 125.

PARA MEMORIZAR:

 “Anhelo y ardientemente deseo los atrios del Señor. Mi corazón y mi carne cantan al Dios vivo” (Sal. 84:2).

Los cantos de Sion son himnos alegres que magnifican la belleza de Sion y la soberanía del Señor, quien reina desde su monte santo. ¿Qué hace que Sion sea fuente de esperanza y alegría? Sion representaba la viva presencia de Dios entre su pueblo. Así como el pueblo de Israel es el pueblo elegido de Dios (Deut. 7:6), Sion es el monte elegido de Dios (Sal. 78:68; 87:2). Dios reina desde Sion (Sal. 99:1, 2) y fundó su Templo también en Sion (Sal. 87:1).

ESPÍRITU DE PROFECÍA

Anhela mi alma y aun ardientemente desea los atrios de Jehová; mi corazón y mi carne cantan al Dios vivo. Salmo 84:2; Si vuestro ojo está fijo en el blanco, si está dirigido hacia el cielo, la luz celestial llenará vuestra alma, y las cosas terrenales parecerán insignificantes e insípidas. Todos vuestros planes se harán con respecto a la vida futura e inmortal (La maravillosa gracia de Dios, p. 251).

El templo de Dios está abierto en el cielo, y su umbral está inundado por la gloria destinada para cada iglesia que ama a Dios y guarda sus mandamientos. La fe irrumpirá en la sombra infernal de Satanás, y veremos a nuestro Abogado que ofrece el incienso de sus propios méritos en nuestro favor (A fin de conocerle, p. 275).

UN DÍA EN TUS ATRIOS ES MEJOR QUE MIL FUERA DE ELLOS

Lee Salmo 84:1 al 4. ¿Por qué el salmista anhela habitar en el Santuario?

El salmista “anhela” y “ardientemente desea” hacer del Santuario su morada permanente, para poder estar cerca de Dios para siempre (Sal. 84:1, 2). La presencia viva de Dios (Sal. 84:2) hace del Santuario un lugar único. En Salmo 84, la felicidad incomparable se alcanza en la relación con Dios, que consiste en alabarlo (Sal. 84:4), hallar fortaleza en él (Sal. 84:5) y confiar en él (Sal. 84:12).

Lee Salmo 84:5 al 12. ¿A quiénes más pueden llegar las bendiciones del Santuario?

Bendiciones del santuario, Primeramente, las reciben los que sirven en el Santuario (Sal. 84:4); luego, los peregrinos que van camino al Santuario (Sal. 84:5-10); y finalmente llegan hasta los confines de la Tierra. que caracteriza a los justos que entran en el Santuario del Señor (Sal. 15:1, 2).

ESPÍRITU DE PROFECÍA

El velo ha sido levantado. Contemplé el rico galardón reservado para los santos, Alabado sea el Señor por darnos esperanza de inmortalidad y de vida eterna a través de Cristo (Reflejemos a Jesús, p. 342). Voy a mi Padre celestial como un niño necesitado va a su padre terrenal. Sabemos que Dios debe estar interesado en nosotros, así como el padre terrenal se interesa en su hijo, pero en un sentido mucho mayor.

Continúo diciendo en mi corazón, me ama, quiere mi amor, y quiere que yo sea feliz. «No quitará el bien a los que andan en integridad». «Porque sol y escudo es Jehová Dios; gracia y gloria dará Jehová». «Jehová de los ejércitos, dichoso el hombre que en ti confía». Salmo 84:11, 12 (A fin de conocerle, p. 145).

OREN POR LA PAZ DE JERUSALÉN

Lee Salmo 122:1 al 5. ¿Cuáles son los sentimientos de los adoradores al llegar a Jerusalén? ¿Qué esperan encontrar en Jerusalén?

El “testimonio dado a Israel” se refiere al Santuario, que a veces se llamaba “el tabernáculo del testimonio” (Núm. 1:50, RVR 1960) y contenía el “arca del testimonio” (Éxo. 25:22). Las sillas, o tronos, dispuestas para juzgar, representan el sistema judicial de Jerusalén (2 Sam. 8:15).

Lee Salmo 122:6 al 9. ¿Cuál es la oración principal del pueblo de Dios?

La oración por la paz de Jerusalén invoca las bendiciones de Dios sobre la ciudad y sus habitantes, y une a los fieles, haciendo que la paz se extienda entre ellos (Sal. 122:8).

Orar por la “paz de Jerusalén” continúa siendo un privilegio y una responsabilidad de los creyentes, porque mantiene viva la esperanza en la venida del Reino de paz en el tiempo del fin, que abarcará no solo a la ciudad de Jerusalén, sino también al mundo entero (Isa. 52:7; 66:12, 13; Apoc. 21-22).

ESPÍRITU DE PROFECÍA

Por todo el país, grupos de peregrinos se dirigían hacia Jerusalén. Los pastores que habían dejado por el momento sus rebaños y sus montes, así como los pescadores del mar de Galilea, los labradores de los campos y los hijos de los profetas que acudían de las escuelas sagradas, todos dirigían sus pasos hacia el sitio donde se revelaba la presencia de Dios.

la esperanza de gloria, se había desarrollado en ellos. «Un mandamiento nuevo os doy había dicho—: Que os améis unos a otros: como os he amado, que también os améis los unos a los otros». Juan 13:34. Entonces Juan pudo decir a sus condiscípulos: «En esto hemos conocido el amor, porque él puso su vida por nosotros: también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos».

SION: EL HOGAR DE TODAS LAS NACIONES

Lee Salmo 87:1 y 2. ¿Qué hace de Sion un lugar tan apreciado?

En el tiempo del fin, Sion se alzará sobre todos los montes, lo que representa la supremacía soberana del Señor sobre todo el mundo (Sal. 99:2; Isa. 2:2; Miq. 4:1). Salmo 87 se refiere a Sion como “montes”, para resaltar su majestad (Sal. 133:3).

Lee Salmo 87:3 al 7. ¿Qué cosas gloriosas se dicen de Sion?

La gloria de Sion atrae a todas las naciones hacia Dios, y así las fronteras del Reino de Dios se extienden hasta incluir a todo el mundo. Salmo 87 apunta a la salvación tanto de los judíos como de los gentiles, y a su unión en una iglesia mediante el ministerio redentor de Cristo (Rom. 3:22; 10:12; Gál. 3:28, 29; Col. 3:11).

ESPÍRITU DE PROFECÍA

«Ciertamente consolará Jehová a Sión: consolará todas sus soledades, y tornará su desierto como paraíso, y su soledad como huerto de Jehová». «La gloria del Líbano le será dada, la hermosura de Carmel y de Sarón». «No te llamarán ya más la ‘Desamparada,’ ni se llamará tu tierra ‘Desierta,’ sino que te llamarán a ti ‘Mi complacencia en ella,’ y a tu tierra ‘Desposada.’… Como la esposa hace las delicias del esposo, así harás tú las delicias de tu Dios». Isaías 66:23; 40:5; 61:1 1; 28:5; 51 35:2; 62:4, 5 (VNC) (Profetas y reyes, pp. 541, 542).

la parábola de la semilla de mostaza ha de alcanzar un notable y triunfante cumplimiento. La pequeña simiente llegará a ser un árbol. El último mensaje de amonestación y misericordia ha de ir a «toda nación y tribu y lengua» (Apocalipsis 14:6-14) «para tomar de ellos pueblo para su nombre». Hechos 15:14 (La maravillosa gracia de Dios, p. 17).

SEGURIDAD Y PAZ DE SION

Lee Salmo 46:1 al 7. ¿Cómo se describe el mundo en forma poética?

El salmo ofrece una vívida descripción del mundo en crisis, y lo retrata con imágenes de desastres naturales de una intensidad sin precedentes (Sal. 46:2, 3). La imagen de las aguas turbulentas suele representar a las naciones rebeldes y los diversos problemas que los impíos causan en el mundo (Sal. 93:3, 4; 124:2-5). Del mismo modo, en Salmo 46, las imágenes de las calamidades naturales representan el mundo controlado por las naciones que desatan guerras (Sal. 46:6). La confianza incondicional en Dios puede hacer que el hijo de Dios esté en paz y seguro en medio de la tormenta (Mat. 8:23-27).

Lee Salmo 46:6 al 11. ¿Cuál es la respuesta de Dios a la violencia y la destrucción del mundo?

Dios responde con tal grado de disgusto que su palabra, que había creado la Tierra, ahora hace que la Tierra se derrita (Sal. 46:6). Dios hará cesar las guerras y extinguirá los instrumentos de destrucción que las naciones impías utilizaron para traer opresión al mundo (Sal. 46:9). Esta es la gran esperanza que tenemos los cristianos, que se verificará en la segunda venida de Jesús.

ESPÍRITU DE PROFECÍA

«¿Cómo, pues, haría yo este grande mal, y pecaría contra Dios?» Génesis 39:9. Enoc, José y Daniel dependieron de una fuerza que era infinita; y este es el único camino seguro para los cristianos de hoy (Reflejemos a Jesús, p. 299).

Antes de que el Hijo del hombre aparezca en las nubes del cielo todo estará convulsionado en la naturaleza. Rayos del cielo unidos con el fuego interno de la tierra harán que las montañas ardan como un horno y que hagan fluir sus torrentes de lava sobre aldeas y ciudades. Masas de rocas derretidas, arrojadas dentro del agua por el solevantamiento de cosas ocultas dentro de la tierra, harán que hierva el agua y despida rocas y tierra. Habrá formidables terremotos y gran destrucción de vidas humanas (Eventos de los últimos días, pp. 25, 26).

En todos los que reciben la preparación divina, debe revelarse una vida que no está en armonía con el mundo, sus costumbres o prácticas; y cada uno necesita tener experiencia personal en cuanto a obtener el conocimiento de la voluntad de Dios. (El Deseado de todas las gentes, pp. 330, 331).

INAMOVIBLE COMO EL MONTE SION

Lee Salmo 125:1 y 2. ¿Cómo se describe aquí a los que confían en Dios?

A los que confían en el Señor se los compara con el monte Sion, símbolo de firmeza y fortaleza. La magnífica vista de las montañas que rodeaban la ciudad de Jerusalén inspiró al salmista a reconocer la certeza de la protección divina (Sal. 5:12; 32:7, 10).

Lee Salmo 125:3 al 5. ¿Qué tentación tienen los justos? ¿Cuál es la lección para nosotros?

Los hijos de Dios pueden sentirse desanimados por el éxito de los impíos y quizá se sientan tentados a seguir sus caminos (Sal. 73:2-13; 94:3). El pueblo sigue teniendo libertad para extender “sus manos a la iniquidad” (Sal. 125:3) y apartarse “por sendas tortuosas” (Sal. 125:5). El Señor es justo y juzgará a quienes persistan en su rebeldía, junto con otros pecadores impenitentes.

Dios nos ha dado en las Escrituras suficientes pruebas de que estas son de carácter divino, y no debemos dudar de su Palabra porque no podamos entender todos los misterios de su providencia” (Elena de White, El camino a Cristo, p. 108).

ESPÍRITU DE PROFECÍA

los sacerdotes echaron violentamente mano a Pedro y Juan y los pusieron en la cárcel pública. Por la noche, el ángel del Señor abrió las puertas de la cárcel y dijo a los discípulos: «Id, y estando en el templo, hablad al pueblo todas las palabras de esta vida». Hechos 5:20.

¿Cuál fue la fortaleza de los que en tiempos pasados padecieron persecución por causa de Cristo? Consistió en su unión con Dios, con el Espíritu Santo y con Cristo. Cuando padece la muerte por causa de Cristo, el Salvador le dice: Podrán matar el cuerpo, pero no podrán dañar el alma «Los que confían en Jehová son como el monte de Sión, que no deslizará: estará para siempre. Como Jerusalén tiene montes alrededor de ella, así Jehová alrededor de su pueblo desde ahora y para siempre». «De engaño y de violencia redimirá sus almas; y la sangre de ellos será preciosa en sus ojos». Salmo 125:1, 2 (Los hechos de los apóstoles, pp. 70, 71).

 

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