EL CASTIGO DE CAIN
EL CASTIGO DE
CAIN
El correlato bíblico nos describe el castigo
de Caín, en Génesis 4:9 al 16, donde el anciano de días (Dios padre), interroga
a Caín por sus actos, debemos de retroalimentar las posibles razones que
llevaron a Caín a tomar esa trágica decisión, él se dejó llevar por sus
pensamientos malos, envidiaba el carácter de su hermano, envidiaba que Dios
padre tenía más preferencia por su ofrenda y holocausto; todo ello llevo a que
la cólera invadiera su mente y su corazón, llevando a su hermano al campo y
montándolo como lo relata las sagradas escrituras.
El señor interroga a Caín, como interrogo a Adán,
demostrando que siempre nos da la oportunidad de arrepentirnos y reconocer nuestro
pecado y/o ofensas hacia nuestro prójimo.
Dios le pregunto “¿Dónde está Abel, tu
hermano?”, Caín respondió como muchos de nosotros responde cuando comete un
error, pone pretextos y niega su culpabilidad, lo más importante no reconoce su
pecado, si Caín hubiera reconocido su pecado, nuestro padre celestial lo
redimía y lo salvaba a pesar de lo que realizo.
La otra pregunta “¿Qué has hecho?”, él nos da una segunda oportunidad siempre,
todos creo hemos cometido pecados que lapidaron nuestras vidas y tal vez
merecíamos la muerte; pero Dios padre conservo nuestras vidas hasta ahora y
debe ser por algo, cada uno tenemos que una misión y propósito de vida; Caín
respondió con mentiras y el señor le reclamo por sus actos y lo castigo como
relata en Génesis 4:10 – 12 10 Y él le dijo:
¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra. 11 Ahora, pues, maldito seas tú de
la tierra, que abrió su boca para recibir de tu mano la sangre de tu hermano. 12 Cuando labres la tierra, no te volverá
a dar su fuerza; errante y extranjero serás en la tierra.
Reitero él
siempre nos tiende las manos y nos protege a pesar de nuestros errores, al
final Caín reconoce que no puede vivir sin la presencia de Dios y lo hace saber
en Génesis 4:14
14 He aquí me echas hoy de la
tierra, y de tu presencia me esconderé, y seré errante y extranjero en la
tierra; y sucederá que cualquiera que me hallare, me matará.
Dios lo protege y nadie podrá
matarlo, pero los seres humanos somos débiles y proclives a las tentaciones, así
paso con Caín se escondió de la presencia de Dios y la culpa lo corrompió y
paso ese pecado a su descendencia, las malas acciones repercuten en nuestras
vidas y también en las vidas que nos rodean.
Por la muerte del cordero somos
salvos por gracia, el pago todo con el precio de su sangre nuestra salvación,
realizo el máximo sacrificio, Jesús ahora está juzgando a todos, pero también
es nuestro abogado defensor, nos da la oportunidad de arrepentirnos y ser
salvos por él, solo tenemos que abrir nuestros corazones y entregar nuestras
vidas al Dios y su gran comisión predicar el evangelio y hacer discípulos en el
nombre del padre hijo y espíritu santo.
Hermanos amigos les agradezco
por leerme y que Dios los bendiga siempre.